Cuando danzamos en Chakradance, nos re-creamos

“Bajo el impulso de la alegría el hombre grito; el grito convirtióse en palabras, pero éstas no fueron suficientes y el hombre moduló las palabras en el canto; luego insensiblemente fue moviéndose sobre el canto, hasta que de pronto tradujo en el baile la alegría de la vida.” – Quisiera plasmar a través de la reflexión del sabio confucio, el poder que considero sanador, transformador de Chakradance. La danza permite que el ser construya un puente que conecte el movimiento más original e instintivo de cada uno. Esto permite que el puente una la utilización de la danza y el movimiento en los procesos de crecimiento de transformación y sanación de los dolores humanos. O mejor dicho, este puente entre la danza y los chakras consolidan un escenario propio de transformación de aquellos que toman el riesgo de danzar y auto conocerse, de descubrirse plenamente. Esto posibilita la revelación de las partes dormidas y ocultas, partes que guardan energía, a través del movimiento, se moviliza y rescata aquello que necesita ser atendido, movido, expresado. Se revela aquello que necesita manifestar su propia danza. Cuando uno baila en Chakradance crea un puente de doble circulación que comunica lo individual con lo colectivo, lo personal con lo comunitario.